Estudios de Filosofía Práctica e Historia de las Ideas / E-ISSN 1851-9490 / Vol. 25 (Especial) / Sección Comentarios de libros
Revista en línea del Grupo de Investigación de Filosofía Práctica e Historia de las Ideas /
Instituto de Ciencias Humanas, Sociales y Ambientales (INCIHUSA)
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET)
www.estudiosdefilosofia.com.ar / Mendoza / 2022 /
.
Elisabeth Roig 2022
Buenos Aires: CLACSO, 1634 p.
ISBN 978-987-813-323-2
Adriana María Arpini
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET)
Universidad Nacional de Cuyo, Argentina
aarpini@mendoza-conicet.gob.ar
Elisabeth Roig
Independiente. Argentina.
roigbeti@gmail.com
El libro cuyos datos quedan
enunciados es
de inminente publicación. Más que una reseña o
comentario crítico el Comité
Editorial de la revista Estudios y los responsables de la convocatoria
del
número especial dedicado a Arturo Andrés Roig en el
centenario de su natalicio,
han decidido, en este espacio, ofrecer un adelanto de
publicación. El mismo ha
sido construido con fragmentos del Prólogo de Adriana
María Arpini y de la
introducción de la propia autora, Elisabeth Roig. El
propósito es dar a conocer
el enorme y a la vez delicado trabajo de componer una
biobibliografía, la cual
se convertirá en referencia obligatoria de los estudiosos de la
Historia de las
ideas, de la Filosofía latinoamericana, así como de la
obra y la trayectoria de
Arturo Andrés Roig.
Elisabeth Roig –a quien
los amigos llaman
“la Beti”– nació en Mendoza, el 24 agosto
de 1956. Realizó sus estudios
primarios y la mayor parte de los secundarios en la Escuela del
Magisterio.
Terminó el quinto año en la Normal, para ingresar en la
Universidad Nacional de
Cuyo, donde estudió Filosofía y Música. En 1976
debió exiliarse junto a su
familia. Vivió durante nueve años en el Ecuador, en Quito
y en Guayaquil.
Terminó sus estudios de Filosofía en la Facultad de
Ciencias Humanas de la
Pontificia Universidad Católica del Ecuador, de la cual
egresó como Licenciada
en Filosofía, en 1979. Cuando retornó del exilio
revalidó el título en la
UNCuyo, en 1985. Su tesis de licenciatura versó sobre el "Análisis del discurso de la
psicología de los
pueblos en tres pensadores latinoamericanos: Laureano Vallenilla Lanz,
Francisco Bulnes y Alfredo Espinosa Tamayo". Allí
quedó claramente
expresado su interés por los estudios latinoamericanos en el
campo de las
humanidades. En Ecuador descubrió y sumó a sus intereses
por la filosofía y la
música, el deseo de profundizar en la
antropología y el estudio de los
pueblos originarios.
Inició sus actividades
como investigadora en el Equipo de Investigación del Pensamiento
Ecuatoriano
de Quito, en temas de pensamiento latinoamericano. Ya en Argentina
intentó
reunir sus intereses a través de un posgrado ad hoc que fue
haciendo en la UBA.
Se vinculó al Instituto Nacional de Musicología y entre
1990-1996 realizó
investigaciones en el campo de la antropología de la
música en pueblos
indígenas de la Argentina.
De manera sintética
podemos decir que Beti
se formó en el oficio de la filosofía, dándole un
giro singular que le permitió
aunar su interés por la música, la antropología
cultural y los estudios
latinoamericanos. Decidió aplicar las herramientas adquiridas
para, por un
lado, mostrar la lucha por la vida y la justicia de mujeres como Magui
Balbuena, y por otro lado, acercar el conocimiento dela forma de vida y
la
lengua de comunidades como Charcoyo, a las que la modernidad
orilló al olvido o
al exotismo folclórico
[1]
. (…)
El libro que estamos prologando
es
presentado por su autora, Elisabeth Roig, como una
bio-bibliografía anotada porque
–según nos dice– se trata de una
investigación bibliográfica que le permitió
relatar desde la obra producida, la vida misma del autor, “el
Arturo”. En
efecto, a través de asientos bibliográficos
cuidadosamente presentados, fue
construyendo un recorrido en el que la voz de Arturo Andrés Roig
interactúa con
otras voces, con las que en unas ocasiones confronta o disiente, en
otras
propone y orienta, y con frecuencia repiensa, vuelve sobre las propias
afirmaciones para renovar, redireccionar y dar continuidad a la
reflexión. De
modo tal que la biobibliografía logra iluminar momentos
significativos de la
vida y la obra del autor, y permite, además, incursionar en las
tensiones
teóricas y metodológicas de la Historia de las ideas y la
Filosofía
latinoamericana. A nuestro juicio, este volumen contiene una
biobibliografía y
mucho más. (…)
Este libro es valioso en muchos
sentidos.
Por una parte contribuye al conocimiento de Arturo Andrés Roig,
su vida, su
obra, su época. En este sentido será desde su
aparición lectura indispensable
para quienes investiguen en los ámbitos de la Historia de las
ideas, la
Filosofía y la Cultura latinoamericanas. Su lectura posibilita
múltiples líneas
de investigación. Por otra parte, sienta precedente acerca de
uno de los modos,
muy original por cierto, de encarar la construcción de una
biobibliografía, ya
que el método utilizado excede la mera catalogación.
(…)
Si bien el libro se presenta
con la
apariencia de un catálogo, cabe preguntar cómo es posible
que un catálogo
devenga en narración, como efectivamente sucede en este caso. Si
un catálogo es
una lista o enumeración ordenada con algún criterio de
libros, documentos,
objetos, etc., de una persona, empresa o institución, que
generalmente contiene
una breve descripción del objeto relacionado y ciertos datos de
interés; entonces
podemos decir que este libro cumple a cabalidad con esos requisitos. Y
los
cumple de modo tal que la secuencia temporal permite no sólo
ordenar los
asientos bibliográficos, sino que al mismo tiempo va dando
cuenta de la vida y
del entramado del pensamiento del autor anclado en procesos
históricos y
dialógicos que constituyen su contexto de producción. De
modo que el catálogo
bibliográfico se convierte en una biobibliografía. Pero
la tarea de la autora
no se detiene en este punto, sino que llega a convertirse en una
verdadera
narrativa. (…)
Si el mero acto de
catalogación disuelve el
acontecimiento en la regularidad de un movimiento teleológico,
la intervención
interpretante de la autora, hecha desde el presente y desde sus propias
motivaciones, vuelve la mirada sobre una multiplicidad de
acontecimientos
involucrados en el dato catalogado. Hace surgir, así, la trama
narrativa en la
que el dato singular adquiere sentido. (…)
El trabajo realizado en la
parte A,
referida a la obra editada de AAR, se ofrece a variadas y complejas
posibilidades de proseguir investigaciones. Cabe destacar que toda la
información contenida en este extenso apartado, excepto por el
carácter
cronológico en que se realizan los asientos, está apenas
intervenida por
criterios de periodización. Sólo dos indicaciones
resultan orientativas del
momento del exilio y del regreso. Ambas resultan pertinentes a nuestro
parecer,
pues brindan claves interpretativas para la comprensión de la
vida y de la obra
de AAR, pero también para señalar hechos
traumáticos que marcaron no sólo la
vida, sino el proceso mismo de la filosofía en países de
nuestra América.
(…) En la parte B
encontramos un conjunto
de entrevistas, encuestas, notas periodísticas, en formatos
impresos, radiales
y audiovisuales. El interés de estos registros radica en la
fluidez que surge
de las voces en diálogo, ya que en la mayoría de los
casos se trata de textos
surgidos desde la oralidad a propósito de temas puntuales,
vinculados a
acontecimientos de conocimiento público o de particular
interés del
entrevistador.
El apartado C contiene los
manifiestos y
declaraciones de las que Arturo Roig fue autor y/o firmante, y otros
testimonios. Estas prácticas de manifiesto cumplen una
función epistémica y
programática en cuanto criterios normativos de producción
de conocimiento y
tomas de posición. (…)
La parte D, que reúne
tesis, proyectos y
equipos de investigación que el filósofo dirigió o
codirigió, así como tesis y
tesinas sobre su pensamiento y a partir de sus ideas. Con ello se
amplía, se
completa y profundiza el conocimiento del quehacer filosófico
del autor, pues
la fecundidad del trabajo intelectual se aprecia tanto en los textos
publicados
como en el magisterio del que dan cuenta las producciones de quienes
fueron sus
discípulos.
Las obras que se han escrito
acerca de o a
partir de AAR desde 1951, está incorporadas en el apartado E.
(…) La misma
autora reconoce que este apartado, aunque extenso, está
destinado a ser
incompleto, pues resultaría imposible realizar un rastreo
completo de todo lo
pensado y escrito sobre y desde AAR, no sólo por lo extenso de
su obra, sino
por la dimensión internacional de la misma. (…)
De indudable valor son los
escritos
autobiográficos que permanecían inéditos. Los
cuales son recuperados por Beti
del archivo personal y publicados en forma completa en este volumen en
el
apartado F. A ellos se suman fragmentos de biografías que otros
escribieron
sobre la vida y obra de AAR, y una cronología de su vida.
Los índices con que
Elisabeth Roig completa
el volumen constituyen un plus, un regalo para quienes deseen proseguir
o
iniciar la aventura de adentrarse en campos disciplinares de la
Filosofía y la
Historia de las ideas latinoamericanas a través de la obra de
Arturo Andrés
Roig.
El libro tiene un “Final
abierto”. Así
titula Yamandú Acosta el Epílogo con que cierra el
volumen. Se trata de una
reflexión conjetural acerca de los libros que quedaron sobre
escritorio del
Arturo a su partida. El listado de esos libros y papeles fue
minuciosamente
levantado por Beti y ofrecidos a quien es un avezado conocedor de la
obra de
Roig, pero también de sus inquietudes, proyectos y expectativas.
Con esos datos
repasa Yamandú las posibilidades abiertas por el filósofo
mendocino. Es una
invitación a continuar la tarea de un filosofar desde la
historicidad de
hombres y mujeres concretos de nuestra América.
En el año 2012, cuando
falleció mi padre,
di los primeros pasos hacia esta biobibliografía. Todavía
no era un proyecto y
no tenía ni idea de la locura en la que me estaba embarcando. Un
querido amigo
me ha dicho al respecto: por cierto que es una locura, pero recuerda
que tu
padre valoraba “cabalgar con Rocinante”. Y en verdad me he
identificado con ese
desafío: hemos cabalgado -la obra, todos los que me han apoyado
y yo-
empecinadamente, haciendo de ella una verdadera aventura, que ha durado
años.
Quizá resulte
extraño pensar que hacer una
bibliografía sea apasionante, excepto para personas como mi
amigo bibliógrafo
Raúl Escandar. En general es vista como una tarea árida,
minuciosa e ingrata
–en la que siempre se escapa algún dato– y que
contrasta, por otra parte, con
lo creativo del pensamiento y la escritura. Pero esta
investigación
bibliográfica que me permitió relatar desde la
producción, desde la obra, la
vida misma del autor, me resultó apasionante. Su larga
producción (1947-2012 y
después también), publicada en su mayor parte,
posibilitaron construir un largo
recorrido en el que asoman muchas otras voces con las que fue
interactuando,
confrontando y repensando, por lo que el texto puede aportar luces a
momentos
significativos de la Historia de las ideas y la Filosofía
latinoamericanas. (…)
Su obra completa, recopilada y
sistematizada año tras año en esta
biobibliografía, fue casi la excusa que nos
develaría el itinerario del autor: acerca de qué se
interrogó, desde qué lugar
institucional, con quiénes compartió su quehacer,
cómo fue construyendo sus
redes, con quiénes debatió, en qué contexto social
y político, la simultaneidad
de sus diversos intereses, sus insistencias, las nuevas
búsquedas que fue
incorporando, los textos que decidió publicar o reeditar; en
fin, cómo articuló
su pensamiento. (…)
El sentido biográfico de
este trabajo surge
en primera instancia de la obra misma. Es ella la que va narrando la
vida de
AAR. Pero, además, las anotaciones intercaladas introducen
referencias a
proyectos, equipos que integró o formó,
participación en congresos y otras
reuniones académicas, fragmentos de correspondencia y notas
manuscritas del
autor –la mayor parte de ellas inéditas–. Las
propias publicaciones aportan,
además, agradecimientos, epígrafes y dedicatorias que
permiten reconstruir su
mundo de afectos, de referentes personales, de presencias y ausencias.
(…)
La correspondencia y las notas
manuscritas,
además de aportar un material novedoso por su condición
inédita, matizan la
rigidez de la cronología y el dato bibliográfico, brindan
señales, huellas,
indicios que alguien podrá recuperar. Introducen su palabra, su
escritura, su
modo de sentir y de relacionarse con otros. Explicitan afinidades,
diferencias,
debates, conflictos, preocupaciones, tomas de posición, incluso
dramas y
alegrías personales. Por eso decimos que se trata de una
biobibliografía. (…)
Descartando prejuicios sobre
“géneros
mayores” o “menores”, el criterio ha sido incluir
año por año y por orden
alfabético todo texto producido por AAR que haya tenido
circulación en un medio
determinado, no sólo universitario: artículos en
revistas, boletines, notas en
diarios y periódicos, artículos mimeografiados,
conferencias fotoduplicadas,
entrevistas, reseñas bibliográficas, folletos y libros.
(…)
Frente al aparente orden, el
texto llama a
romperlo, proponiendo diversos recorridos, para que cada lectora o
lector trace
el suyo propio. Y retomando la metáfora del camino propuesta por
el mismo AAR
cuando recibió en el año 2003 su reconocimiento de
profesor emérito de la
Universidad Nacional de Cuyo, podemos afirmar que esta
biobibliografía pretende
mostrar posibles “chaquiñanes”
[2]
y apartarse de los “caminos reales” de la
interpretación. Es decir,
salir de lo consabido o ya legitimado, para acceder a lo nuevo, con
carácter de
apertura y de futuro transformador. (…)
Por último, tomando en
cuenta que los tejidos
son para nuestros pueblos originarios un modo de escritura, quiero
realizar una
analogía entre los escritos/tejidos de AAR y recuperar a la vez
mi vocación de
awaq
[3]
, de datos biobibliográficos en este caso. Ha sido
una preocupación
el sistematizarlos, vincularlos, contextualizarlos, para darle a cada
tema/hilo
de AAR su espacio, para que cada uno luzca su color, su brillo, su
aporte, su
dibujo en el tejido de su obra. Y hacer también más
visible la urdimbre,
profundamente ética y humana, sobre la que todos estos hilos se
entrelazan y
construyen sentidos en la obra de mi padre, para ponerlos al servicio
de todas
y todos los posibles lectores interesados en ella. Con esa misma
vocación de
servicio que siento es parte de mi legado.
[1]
Cf. Roig, Elisabeth. 2008. Magui Balbuena, semilla para
una nueva
siembra. Buenos Aires: Trompo Ediciones; 2016. ¡Vamos a Charcoyo!
Relatos y
fotos para acercarse al mundo quechua de Yura, Bolivia. Buenos Aires:
Trompo
Ediciones.
[2]
Chaquiñanes: “Chaquiñán”, del quechua
“chaki”, pie, y “ñan”, camino, camino a
pie, sendero.
[3]
Awaq: Awaq, en quechua, “el o la que teje” o
“tejedor, tejedora”