Estudios de Filosofía Práctica e Historia de las Ideas / E-ISSN 1851-9490 / Vol. 27 / Sección Dosier
Revista en línea del Grupo de Investigación de Filosofía Práctica e Historia de las Ideas /
Instituto de Ciencias Humanas, Sociales y Ambientales (INCIHUSA)
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET)
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Introducción al Dosier
Condiciones posthumanas: coordenadas críticas desde el sur

identificador orcid de la autora Natalia Fischetti

Instituto de Ciencias Humanas, Sociales y Ambientales; Unidad Ejecutora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Argentina.

identificador orcid de la autora Silvana Vignale

Instituto de Ciencias Humanas, Sociales y Ambientales; Unidad Ejecutora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Argentina.

Universidad del Aconcagua, Argentina.


Esta presentación es una invitación renovada. Este dossier puede comprenderse en su entrelazamiento, y tomarse como un viaje o exilio de las ciencias humanas decimonónicas. El viaje propone rastreos, la pesquisa de huellas y signos de otros modos de pensamiento y, por eso, de otros modos de ser con lxs otrxs en el mundo que compartimos. Narraciones, ficciones, figuraciones, historias, relatos de otros mundos posibles. Es una invitación a la generación de conexiones; a incorporar, encarnar y situar; a producir resonancias. También a diferir, diferenciar y hacer lecturas difractivas, esto es: a leer a unos a través de otros.

En la convocatoria a participar del dossier sugerimos un mapa, una guía posible. Allí invitamos, de modo general, a indagar críticamente en torno a los estudios posthumanos, con atención a los giros que se han producido en el último siglo en el pensamiento contemporáneo. El giro animal, el giro ontológico, el giro tecnológico, los trabajos en torno al Antropoceno, los ecofeminismos… todos estos giros en el campo de la teoría expresan la necesidad de repensarnos como vivientes animales, descentrando el privilegio otorgado a nuestra racionalidad, así como la supremacía ontológica con la que el ser humano se coloca respecto de la naturaleza. Con ello, apuntamos a la posibilidad de pensar en otras maneras de vivir en el mundo y a nuevas formas de vida más armónicas y menos crueles, a una nueva ética y política de lo viviente. El mapa pretendió ser una guía desde el sur, por eso llamamos a presentar artículos que, desde discursos y prácticas de defensa de lo común, de los derechos de la naturaleza, de los bienes comunes, de una ética del cuidado y de una crítica político-epistémica de las ontologías relacionales, anudaran las críticas al capitalismo, al colonialismo y al patriarcado, y fueran capaces de recrear las coordenadas de las condiciones posthumanas en el sur. Esto es, en otras palabras, hilvanar los estudios posthumanos con la pregunta por el diagnóstico situado para responder a los interrogantes acerca de quiénes somos en este momento, en el tejido de nuestro lugar en el mundo, de nuestros relatos, y en dirección de nuevas formas de comprender nuestra interrelación.

Nos encontramos en una época de precariedad en las que el extractivismo, el racismo, el sexismo, el clasismo, nos colocan al borde de la extinción o del terricidio. Frente a las visiones apocalípticas, los estudios posthumanos críticos proponen nuevos modos del pensamiento, como práctica transformadora. Las condiciones posthumanas rompen las grillas y fronteras disciplinares: epistemología, antropología, ética, política, ontología, filosofía de la técnica, estudios de género y feminismos –entre otros saberes–, se articulan y desordenan sus marcos para –en la ruta– salir de las disyuntivas y bifurcaciones, con el objetivo de mostrar que siempre hay mucho más que dos, dicotómicas, posibilidades. El viaje propone categorías posthumanas –no binarias sino múltiples–, polifónicas, para pensar y caminar, para arrastrarse y reptar, para correr, nadar o volar. Señala hitos, apachetas y también la desorientación y el malestar propios de un exilio o abandono. Plantea interrogantes, del laboratorio a la montaña, en cuanto es un desplazamiento de lecturas cruzadas que propone apuestas teórico/prácticas para viajar juntxs de otros modos (im)posibles. Esas preguntas presentan coordenadas para el recorrido: ¿cuáles son las principales referencias teóricas que aparecen cuando planteamos condiciones posthumanas? ¿Qué temas irrumpen y cuáles son sus categorías? ¿Qué metodologías proponen? ¿Qué apuestas teórico-políticas orientan?

Las críticas al humanismo y al antropocentrismo involucran al excepcionalismo humano y a los dualismos y jerarquías que se promueven desde la modernidad. Lo que se cuestiona desde el posthumanismo y el postantropocentrismo, con una multiplicidad de seres, situaciones, temas y problemas, es la hegemonía de ciertas imposiciones con pretensión de universalidad: el Hombre, Europa, la Razón, la Ciencia y la Técnica, la Modernidad, el Progreso –con sus mayúsculas violentas y su singular arrogancia–. Las condiciones posthumanas (de “otrxs humanxs”, “menos-que-humanxs”, “más-que-humanxs”, “otros-que-humanxs” “anthropo-not-seen”, “seres tierra”, la “agencia como capacidad distribuida entre humano/no humano”) son desplegadas también desde una crítica al giro lingüístico y al constructivismo social. Esto permite poner en valor discusiones en torno a la naturaleza, la cosmopolítica, la cuestión animal, los nuevos materialismos, el giro práctico. Lo posthumano emerge de esta manera como marcador histórico y figuración teórica de agenciamiento, de convergencia y mutua constitución e interdependencia entre lo humano y lo tecnológico, apareciendo en dimensiones encarnadas, relacionales y afectivas.

La cuestión de la tecnología interpela al futuro. En este dossier, las máquinas, los artefactos, las técnicas, los dispositivos, los cyborgs y el laboratorio, desafían las ideologías transhumanistas y ultrahumanistas, propias del tecnocapitalismo, y valorizan en cambio lo a-moderno, descolonial, antipatriarcal y simpoiético de los posthumanismos críticos, culturales y filosóficos. Pensar desde la relacionalidad en clave onto-ético-política supone otros mundos conceptuales distintos a los del humanismo: co-constitución, co-evolución, co-habitación, parentescos multiespecie, intra-acción, cosmopolítica pluriversal, humusidades, compost, que implican un pensar-con, un devenir-con, un habitar-con.

La distinción entre la academia del Norte y la del Sur tambalea si apostamos por referentes del posthumanismo críticos del capitalismo, el patriarcado, el colonialismo y el excepcionalismo humano: la lectura entrecruzada de lxs contemporánexs Rosi Braidotti, Donna Haraway, Karen Barad, Bruno Latour, Isabel Stengers, Marisol de la Cadena, Eduardo Viveiros de Castro, Vincianne Despret, Moira Millán, Anna Tsing, Marilyn Strathern, Elisabeth Povinelli, Yuk Hui, Gilles Deleuze, Felix Guattari, Michel Foucault. También de Karl Marx, Friedrich Nietzsche y José Martí, entre otrxs.

El camino que cada uno de los ocho artículos que aquí aparecen sugiere nuevas sendas, hitos y recorridos para un nuevo mapa colectivo. Con lo que contamos ahora es con un recorrido dispuesto por aquellas reflexiones y estudios de quienes se sintieron interpeladxs, y quienes finalmente –además– se encuentran en camino de contribuir no tanto a las ciencias humanas como a las ciencias posthumanas. De manera que la convocatoria, en esta oportunidad, es a una lectura entrelazada, difractada. Esa lectura ha sido para nosotras un viaje extra-ordinario: emocionante, afectuoso, amoroso, atravesado por lazos, parentescos, ensamblajes y nudos, entramados que por ser comunes no dejan en algunos momentos de ser incómodos.

El texto de Emanuel Biset, “Rastreo especulativo”, nos recuerda que las formas de escritura son políticas. Se trata de una invitación a responder a la pregunta ¿qué es pensar?  a partir de  una serie de figuras en la escena postextual de la teoría, en la insistencia en componer mundos en común entre humanxs y no humanos. Sus notas se entrelazan y afectan: el texto-cosa invita a pensar, genera perplejidad e interés por la práctica teórica. Su enfoque en el método de caminar buscando indicios y hacer presente lo invisible logra que las condiciones posthumanas de la escritura atraviesen las formas y conmuevan las figuras. Recursividad, entrelazamiento, perplejidad, polifonía, diferir y ruido para recorrer nuevos caminos del pensar.

En el artículo “Relacionalidades difractivas. Hacia una cosmopolítica pluriversal desde el Sur”, Gabi Balcarce y Andrea Torrano indagan desde la pregunta cosmopolítica por otros mundos posibles, humanos y no humanos: ¿cómo podemos componer mundos que incluyan otros mundos? Apuestan por la difracción, como contraparte de la reflexión –que remite a lo mismo–, y como herramienta feminista y posthumana –que remite a las diferencias más allá de las oposiciones binarias–, y por lo tanto, entendiéndola como una ontología relacional. El objetivo es rehabitar mundos comunes, teniendo en cuenta que las diferencias importan.

En busca de aportar a los debates entre las posturas de pro-persona y no-persona del embrión humano, Lucía Ariza en “La vida en el laboratorio (de reproducción asistida). Apuntes para una reflexión posthumana de los embriones in vitro”, explora prácticas que permiten dar cuenta de la naturaleza ‘cyborg’ del embrión in vitro. En ese marco, se pregunta cómo los posthumanismos modifican el modo de comprender/interpretar los objetos científicos al romper con las dicotomías sujeto/objeto, agencia/objeto, dispositivo/objeto y entre lo vivo y lo no vivo. 

En el artículo/manifiesto “Simpoiéticas del Sur. Feministas tramando sobre técnicas y tecnologías” Barbosa, et. al. recorren preguntas que explicitan el sentido de cada uno de los términos del título y sus relaciones intrínsecas. La apuesta por tramar desde un feminismo crítico, materialista, no antropocéntrico, de afinidades situadas en el sur, permite pensar colectivamente, desde la simpoiesis, un relato para la continuidad y para la recuperación-con-otrxs. Atentas a las conexiones parciales entre mundos, se manifiestan a favor de políticas de re-invención de tecnologías, técnicas y prácticas técnicas que desafíen los determinismos tecnoliberales y habiliten la co-existencia en un planeta dañado.

Belisario Salazar indaga por las diferencias ontológicas, epistemológicas y políticas de los proyectos del humanismo, el transhumanismo y el posthumanismo en “Un viaje por los paisajes posthumanos del transhumanismo hightech al posthumanismo no antrópico. Una invitación a reimaginar el porvenir del siglo XXI”. Salazar reconstruye la tesis de la excepción humana y refiere la necesidad de una historia amoderna de la Modernidad y, en este sentido, la búsqueda por fortalecer un post-humanismo multifocal de fragmentaciones y difracciones, de articulaciones e interrelaciones, para múltiples maneras de co-habitar la Tierra desde formas que no asocian linealmente la tecnociencia al tecnocapitalismo. Las preguntas que resumen el recorrido son ¿llegaremos a ser posthumanos o siempre lo hemos sido? y ¿cómo resistir a una manera universal de ser posthumanos?

Facundo Márquez se pregunta ¿cómo pensar más allá de lo humano? ¿Cómo instalar la crítica al excepcionalismo humano desde la vinculación afectiva con los animales? En “Conexiones más allá de lo humano: pensando la cuestión animal entre Nietzsche y Haraway” recupera la tradición del pensamiento nietzscheano para repensar la cuestión animal en trama con Donna Haraway, en la medida en que encuentra en ambos pensadores el problema de la excepcionalidad humana como centro organizador de la existencia.

En “El «giro práctico» ante los nuevos «giros». Reflexividad, descentramiento, sistematicidad” Roque Farrán y Jacinta Gorritti parten de la hipótesis de que la práctica teórica se ha vuelto ineficaz para transformar los modos actuales de existencia, y en base a ese diagnóstico proponen un giro práctico, lo que supone actualizar los legados sin perder la densidad del concepto y la especificidad de la práctica teórica: la potencia del concepto para pensar el presente desde un ethos de la investigación que se oriente por las prácticas, pensadas desde la tradición del estructuralismo francés. Ello para que el descentramiento de lo humano no nos desresponsabilice ni nos impida ver las relaciones de poder que atraviesan el conjunto de las prácticas.

En “Humanismos/poshumanismos. Búsquedas filosóficas para tiempos de intemperie”, Adriana Arpini se pregunta: “¿cómo afrontar el desafío de la antropología filosófica como disciplina frente a la desaparición del «Hombre» en el siglo XXI desde una perspectiva que ponga en valor la tradición del pensamiento latinoamericano (del siglo XIX)?”. Para dar una respuesta que permita eludir la dicotomía pesimismo posthumano/optimismo transhumano, propone volver a formular la pregunta humanista por el lugar de los humanos en el universo desde una perspectiva histórica y contextual no pesimista, que ponga en valor la interdependencia y la relacionalidad, retomando a la tradición del joven Marx y el pensamiento latinoamericano de José Martí, así como a las concepciones antropológicas que sostienen las narraciones ancestrales de los pueblos de nuestra América.

Si de lo que se trata es de producir resonancias, para encontrar juntxs nuevos modos de vincularnos y de comprender una interrelacionalidad que no se encuentra presidida por lo que fue el Hombre y el Anthropos, los textos aquí ofrecidos nos ayudan a esas nuevas maneras de pensar y de construir tanto categorías como metódicas capaces de los descentramientos necesarios para habitar un nuevo mundo. De manera que el fin del mundo sea el fin de este mundo y, a la vez, que no sólo nos encontremos activxs frente a los cambios que se nos imponen en el entrelazamiento de los avances tecnológicos y de la indisimulada gula del capital, sino también la posibilidad de un nuevo mundo, una nueva disposición de quienes ya no nos sentimos identificadxs e incluidxs plenamente en eso que llamamos “lo humano”.