Estudios de Filosofía Práctica e Historia de las Ideas / E-ISSN 1851-9490 / Vol. 27 / Sección Dosier
Revista en línea del Grupo de Investigación de Filosofía Práctica e Historia de las Ideas /
Instituto de Ciencias Humanas, Sociales y Ambientales (INCIHUSA)
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET)
www.estudiosdefilosofia.com.ar / Mendoza / 2024 /
.
Instituto
de Ciencias Humanas, Sociales y Ambientales; Unidad Ejecutora del Consejo
Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Argentina. |
Instituto
de Ciencias Humanas, Sociales y Ambientales; Unidad Ejecutora del Consejo
Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Argentina. Universidad
del Aconcagua, Argentina. |
Esta presentación es una invitación
renovada. Este dossier puede comprenderse en su entrelazamiento, y tomarse como
un viaje o exilio de las ciencias humanas decimonónicas. El viaje propone
rastreos, la pesquisa de huellas y signos de otros modos de pensamiento y, por
eso, de otros modos de ser con lxs otrxs en el mundo que compartimos.
Narraciones, ficciones, figuraciones, historias, relatos de otros mundos
posibles. Es una invitación a la generación de conexiones; a incorporar,
encarnar y situar; a producir resonancias. También a diferir, diferenciar y
hacer lecturas difractivas, esto es: a leer a unos a través de otros.
En la convocatoria a participar del dossier
sugerimos un mapa, una guía posible. Allí invitamos, de modo general, a indagar
críticamente en torno a los estudios posthumanos, con atención a los giros que
se han producido en el último siglo en el pensamiento contemporáneo. El giro
animal, el giro ontológico, el giro tecnológico, los trabajos en torno al
Antropoceno, los ecofeminismos… todos estos giros en el campo de la teoría
expresan la necesidad de repensarnos como vivientes animales, descentrando el privilegio
otorgado a nuestra racionalidad, así como la supremacía ontológica con la que
el ser humano se coloca respecto de la naturaleza. Con ello, apuntamos a la
posibilidad de pensar en otras maneras de vivir en el mundo y a nuevas formas
de vida más armónicas y menos crueles, a una nueva ética y política de lo
viviente. El mapa pretendió ser una guía desde el sur, por eso llamamos a
presentar artículos que, desde discursos y prácticas de defensa de lo común, de
los derechos de la naturaleza, de los bienes comunes, de una ética del cuidado
y de una crítica político-epistémica de las ontologías relacionales, anudaran
las críticas al capitalismo, al colonialismo y al patriarcado, y fueran capaces
de recrear las coordenadas de las condiciones posthumanas en el sur. Esto es,
en otras palabras, hilvanar los estudios posthumanos con la pregunta por el
diagnóstico situado para responder a los interrogantes acerca de quiénes somos
en este momento, en el tejido de nuestro lugar en el mundo, de nuestros
relatos, y en dirección de nuevas formas de comprender nuestra interrelación.
Nos encontramos en una época de precariedad
en las que el extractivismo, el racismo, el sexismo, el clasismo, nos colocan
al borde de la extinción o del terricidio. Frente a las visiones apocalípticas,
los estudios posthumanos críticos proponen nuevos modos del pensamiento, como
práctica transformadora. Las condiciones posthumanas rompen las grillas y
fronteras disciplinares: epistemología, antropología, ética, política,
ontología, filosofía de la técnica, estudios de género y feminismos –entre
otros saberes–, se articulan y desordenan sus marcos para –en la ruta– salir de
las disyuntivas y bifurcaciones, con el objetivo de mostrar que siempre hay
mucho más que dos, dicotómicas, posibilidades. El viaje propone categorías
posthumanas –no binarias sino múltiples–, polifónicas, para pensar y caminar,
para arrastrarse y reptar, para correr, nadar o volar. Señala hitos, apachetas
y también la desorientación y el malestar propios de un exilio o abandono.
Plantea interrogantes, del laboratorio a la montaña, en cuanto es un
desplazamiento de lecturas cruzadas que propone apuestas teórico/prácticas para
viajar juntxs de otros modos (im)posibles. Esas preguntas presentan coordenadas
para el recorrido: ¿cuáles son las principales referencias teóricas que
aparecen cuando planteamos condiciones posthumanas? ¿Qué temas irrumpen y
cuáles son sus categorías? ¿Qué metodologías proponen? ¿Qué apuestas
teórico-políticas orientan?
Las críticas al humanismo y al
antropocentrismo involucran al excepcionalismo humano y a los dualismos y
jerarquías que se promueven desde la modernidad. Lo que se cuestiona desde el
posthumanismo y el postantropocentrismo, con una multiplicidad de seres,
situaciones, temas y problemas, es la hegemonía de ciertas imposiciones con
pretensión de universalidad: el Hombre, Europa, la Razón, la Ciencia y la
Técnica, la Modernidad, el Progreso –con sus mayúsculas violentas y su singular
arrogancia–. Las condiciones posthumanas (de “otrxs humanxs”,
“menos-que-humanxs”, “más-que-humanxs”, “otros-que-humanxs” “anthropo-not-seen”, “seres tierra”, la
“agencia como capacidad distribuida entre humano/no humano”) son desplegadas
también desde una crítica al giro lingüístico y al constructivismo social. Esto
permite poner en valor discusiones en torno a la naturaleza, la cosmopolítica,
la cuestión animal, los nuevos materialismos, el giro práctico. Lo posthumano
emerge de esta manera como marcador histórico y figuración teórica de agenciamiento, de
convergencia y mutua constitución e interdependencia entre lo humano y lo
tecnológico, apareciendo en dimensiones encarnadas, relacionales y afectivas.
La cuestión de la tecnología interpela al
futuro. En este dossier, las máquinas, los artefactos, las técnicas, los
dispositivos, los cyborgs y el
laboratorio, desafían las ideologías transhumanistas y ultrahumanistas, propias
del tecnocapitalismo, y valorizan en cambio lo a-moderno, descolonial, antipatriarcal y simpoiético de los
posthumanismos críticos, culturales y filosóficos. Pensar desde la
relacionalidad en clave onto-ético-política supone otros mundos conceptuales
distintos a los del humanismo: co-constitución, co-evolución, co-habitación,
parentescos multiespecie, intra-acción, cosmopolítica pluriversal, humusidades, compost, que implican un
pensar-con, un devenir-con, un habitar-con.
La distinción entre la academia del Norte y
la del Sur tambalea si apostamos por referentes del posthumanismo críticos del
capitalismo, el patriarcado, el colonialismo y el excepcionalismo humano: la
lectura entrecruzada de lxs contemporánexs Rosi Braidotti, Donna Haraway, Karen
Barad, Bruno Latour, Isabel Stengers, Marisol de la Cadena, Eduardo Viveiros de
Castro, Vincianne Despret, Moira Millán, Anna Tsing, Marilyn Strathern,
Elisabeth Povinelli, Yuk Hui, Gilles Deleuze, Felix Guattari, Michel Foucault.
También de Karl Marx, Friedrich Nietzsche y José Martí, entre otrxs.
El camino que cada uno de los ocho
artículos que aquí aparecen sugiere nuevas sendas, hitos y recorridos para un
nuevo mapa colectivo. Con lo que contamos ahora es con un recorrido dispuesto
por aquellas reflexiones y estudios de quienes se sintieron interpeladxs, y
quienes finalmente –además– se encuentran en camino de contribuir no tanto a
las ciencias humanas como a las ciencias posthumanas. De manera que la
convocatoria, en esta oportunidad, es a una lectura entrelazada, difractada.
Esa lectura ha sido para nosotras un viaje extra-ordinario:
emocionante, afectuoso, amoroso, atravesado por lazos, parentescos, ensamblajes
y nudos, entramados que por ser comunes no dejan en algunos momentos de ser
incómodos.
El texto de Emanuel Biset, “Rastreo
especulativo”, nos recuerda que las formas de escritura son políticas. Se trata
de una invitación a responder a la pregunta ¿qué es pensar? a partir de
una serie de figuras en la escena postextual de la teoría, en la
insistencia en componer mundos en común entre humanxs y no humanos. Sus notas
se entrelazan y afectan: el texto-cosa invita a pensar, genera perplejidad e
interés por la práctica teórica. Su enfoque en el método de caminar buscando
indicios y hacer presente lo invisible logra que las condiciones posthumanas de
la escritura atraviesen las formas y conmuevan las figuras. Recursividad,
entrelazamiento, perplejidad, polifonía, diferir y ruido para recorrer nuevos
caminos del pensar.
En el artículo “Relacionalidades
difractivas. Hacia una cosmopolítica pluriversal desde el Sur”, Gabi Balcarce y
Andrea Torrano indagan desde la pregunta cosmopolítica por otros mundos
posibles, humanos y no humanos: ¿cómo podemos componer mundos que incluyan
otros mundos? Apuestan por la difracción, como contraparte de la reflexión –que
remite a lo mismo–, y como herramienta feminista y posthumana –que remite a las
diferencias más allá de las oposiciones binarias–, y por lo tanto,
entendiéndola como una ontología relacional. El objetivo es rehabitar mundos
comunes, teniendo en cuenta que las diferencias importan.
En busca de aportar a los debates entre las
posturas de pro-persona y no-persona del embrión humano, Lucía Ariza en “La
vida en el laboratorio (de reproducción asistida). Apuntes para una reflexión
posthumana de los embriones in vitro”,
explora prácticas que permiten dar cuenta de la naturaleza ‘cyborg’ del embrión
in vitro. En ese marco, se pregunta cómo los posthumanismos modifican el modo
de comprender/interpretar los objetos científicos al romper con las dicotomías
sujeto/objeto, agencia/objeto, dispositivo/objeto y entre lo vivo y lo no
vivo.
En el artículo/manifiesto “Simpoiéticas del
Sur. Feministas tramando sobre técnicas y tecnologías” Barbosa, et. al.
recorren preguntas que explicitan el sentido de cada uno de los términos del
título y sus relaciones intrínsecas. La apuesta por tramar desde un feminismo
crítico, materialista, no antropocéntrico, de afinidades situadas en el sur,
permite pensar colectivamente, desde la simpoiesis,
un relato para la continuidad y para la recuperación-con-otrxs. Atentas a las
conexiones parciales entre mundos, se manifiestan a favor de políticas de
re-invención de tecnologías, técnicas y prácticas técnicas que desafíen los
determinismos tecnoliberales y habiliten la co-existencia en un planeta dañado.
Belisario Salazar indaga por las
diferencias ontológicas, epistemológicas y políticas de los proyectos del
humanismo, el transhumanismo y el posthumanismo en “Un viaje por los paisajes
posthumanos del transhumanismo hightech
al posthumanismo no antrópico. Una invitación a reimaginar el porvenir del
siglo XXI”. Salazar reconstruye la tesis de la excepción humana y refiere la
necesidad de una historia amoderna de la Modernidad y, en este sentido, la
búsqueda por fortalecer un post-humanismo multifocal de fragmentaciones y
difracciones, de articulaciones e interrelaciones, para múltiples maneras de
co-habitar la Tierra desde formas que no asocian linealmente la tecnociencia al
tecnocapitalismo. Las preguntas que resumen el recorrido son ¿llegaremos a ser
posthumanos o siempre lo hemos sido? y ¿cómo resistir a una manera universal de
ser posthumanos?
Facundo Márquez se pregunta ¿cómo pensar
más allá de lo humano? ¿Cómo instalar la crítica al excepcionalismo humano
desde la vinculación afectiva con los animales? En “Conexiones más allá de lo
humano: pensando la cuestión animal entre Nietzsche y Haraway” recupera la
tradición del pensamiento nietzscheano para repensar la cuestión animal en
trama con Donna Haraway, en la medida en que encuentra en ambos pensadores el
problema de la excepcionalidad humana como centro organizador de la existencia.
En “El «giro práctico» ante los nuevos «giros». Reflexividad,
descentramiento, sistematicidad” Roque Farrán y Jacinta Gorritti parten de la
hipótesis de que la práctica teórica se ha vuelto ineficaz para transformar los
modos actuales de existencia, y en base a ese diagnóstico proponen un giro
práctico, lo que supone actualizar
los legados sin perder la densidad del concepto y la especificidad de la
práctica teórica: la potencia del concepto para pensar
el presente desde un ethos de la
investigación que se oriente por las prácticas, pensadas desde la tradición del
estructuralismo francés. Ello para que el descentramiento de lo humano no nos
desresponsabilice ni nos impida ver las relaciones de poder que atraviesan el
conjunto de las prácticas.
En “Humanismos/poshumanismos. Búsquedas
filosóficas para tiempos de intemperie”, Adriana Arpini se pregunta: “¿cómo
afrontar el desafío de la antropología filosófica como disciplina frente a la
desaparición del «Hombre» en el siglo XXI desde una perspectiva que ponga en valor la
tradición del pensamiento latinoamericano (del siglo XIX)?”. Para dar una
respuesta que permita eludir la dicotomía pesimismo posthumano/optimismo
transhumano, propone volver a formular la pregunta humanista por el lugar de
los humanos en el universo desde una perspectiva histórica y contextual no
pesimista, que ponga en valor la interdependencia y la relacionalidad,
retomando a la tradición del joven Marx y el pensamiento latinoamericano de
José Martí, así como a las concepciones antropológicas que sostienen las
narraciones ancestrales de los pueblos de nuestra América.
Si de lo que se trata es de producir
resonancias, para encontrar juntxs nuevos modos de vincularnos y de comprender
una interrelacionalidad que no se encuentra presidida por lo que fue el Hombre y el Anthropos, los textos aquí ofrecidos nos ayudan a esas nuevas
maneras de pensar y de construir tanto categorías como metódicas capaces de los
descentramientos necesarios para habitar un nuevo mundo. De manera que el fin
del mundo sea el fin de este mundo y,
a la vez, que no sólo nos encontremos activxs frente a los cambios que se nos
imponen en el entrelazamiento de los avances tecnológicos y de la indisimulada
gula del capital, sino también la posibilidad de un nuevo mundo, una nueva disposición de quienes ya no nos sentimos
identificadxs e incluidxs plenamente en eso que llamamos “lo humano”.