Convocatoria Dosier (2024): Condiciones posthumanas: coordenadas críticas desde el sur

2022-12-22

ESTUDIOS DE FILOSOFÍA PRÁCTICA E HISTORIA DE LAS IDEAS

ISSN 1515-7180 – ISSN en línea 1851-9490

http://qellqasqa.com.ar/ojs/index.php/estudios/index

Volumen 27 (2024): Convocatoria a presentación de artículos para Dosier:

Condiciones posthumanas: coordenadas críticas desde el sur

Imagen: Lygia Clark

Recepción de propuestas: hasta el 31 de octubre de 2023

Coordinadoras

Silvana Vignale y Natalia Fischetti

ORCID Silvana Vignale 

Es Doctora en Filosofía e Investigadora en CONICET. Estudió el profesorado de Filosofía en la Universidad Nacional de Cuyo y realizó su Doctorado en Filosofía en la Universidad Nacional de Lanús. Es Profesora Titular de Filosofía y de Antropología Filosófica y Sociocultural en la Facultad de Psicología de la Universidad del Aconcagua. Autora de Filosofía profana: hacia un pensamiento de lo no humano (Nido de Vacas, 2021) y de Filosofía, un ejercicio crítico del pensamiento (UDA, 2021), así como de artículos en revistas especializadas y capítulos de libros. Ha sido directora de Proyectos de Investigación en CONICET y en la UDA. Actualmente es Directora del Proyecto de Investigación “Políticas del posthumanismo: genealogía crítica de la figura del «hombre»”, en el Instituto de Investigaciones de la Facultad de Psicología, UDA. Insiste en mencionar el encuentro con los gatos, con la lluvia y con Nietzsche como su curriculum profano.

Contactos: silvanavignale@hotmail.com / svignale@mendoza-conicet.gob.ar

ORCID Natalia Fischetti

Es Doctora en Filosofía por la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina). Se desempeña como Investigadora adjunta en el INCIHUSA CCT CONICET Mendoza y como docente en la Maestría en Tecnología, Políticas y Culturas (CEA, FCS/FA/FFyH, UNC) y en las cátedras de Epistemología y metodología de la investigación científica del Doctorado en Medicina y del Doctorado en Biología (PROBIOL) de la UNCU. Se encuentra investigando desde el sur en el enredo que traman los feminismos, las tecnociencias y los posthumanismos. Recientemente ha publicado: “Relacionalidades humano-artefactuales. Lecturas de otra filosofía de la técnica” (https://culturemachine.net/archives/vol-21-antropoficciones/) y “Feminismo neomaterialista: metodología difractiva en Karen Barad” (en prensa vol. 2 www.estudiosposthumanos.com.ar )

Contactos: natifischetti@gmail.com / nfischetti@mendoza-conicet.gob.ar

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Invitamos a indagar críticamente en torno a los estudios posthumanos, con atención a giros que se han producido en el último siglo en el pensamiento contemporáneo. El giro animal, el giro ontológico, el giro tecnológico, los trabajos en torno al antropoceno, los ecofeminismos, expresan la necesidad de repensarnos como vivientes animales, descentrando el privilegio de nuestra racionalidad, así como el privilegio ontológico del ser humano respecto de la naturaleza y apuntando con ello a la posibilidad de pensar en otras maneras de vivir en el mundo y a nuevas formas de vida más armónicas y menos crueles, en una nueva ética y política de lo viviente.

 

Rosi Braidotti considera la condición posthumana, como una oportunidad para incentivar la búsqueda de esquemas de pensamiento, de saber y de autorrepresentación alternativos respecto de aquellos dominantes. Esto supone reconsiderar, de manera crítica y creativa, en quién y en qué nos estamos convirtiendo en ese proceso de metamorfosis. Metamorfosis que al mismo tiempo pone en cuestión lo orgánico, en la medida en que la relación entre la naturaleza y la técnica abre también la posibilidad de cuerpos atravesados por la técnica, como lo es la figura del cyborg, y con ello de nuevas figuras que no se reducen a la identidad o géneros asignados por las concepciones humanistas y de la tradición metafísica. 

 

Francesca Ferrando propone la categoría abarcadora de “poshumanismo filosófico” para definir toda teoría que se encuentre en la intersección del post-humanismo (que permite comprender que lo humano es plural y múltiple, no una idea universal) el post-antropocentrismo (que supone desjerarquizar lo humano en relación con lo no humano) y el post-dualismo (que propone superar las dicotomías simbólicas). La agencia y el conocimiento son desde este posicionamiento, sin primacías ni jerarquías, relacionales y deconstructivos. El posthumanismo se convierte de esta manera en una filosofía que ofrece un punto de partida para pensar de forma relacional y con múltiples capas, ampliando el enfoque al ámbito no humano en modos post-duales y post-jerárquicos. Tiene como urgencia revisar los supuestos modernos humanistas, antropocéntricos, de excepcionalismo humano y jerarquías, así como el modelo de desarrollo, que han conducido a este tiempo que muchos llaman “Antropoceno”.

 

Es necesario, así, problematizar la separación de lo humano y lo no humano, en la medida en que se convirtió en una de las garantías del a priori humanista. Como lo señala Bruno Latour, la  constitución moderna separa lo humano de lo no humano, mientras detrás de bambalinas proliferan los híbridos. Se trata de la modernidad fundada en la garantía de la no humanidad de la naturaleza, por una parte; y en la humanidad de lo social, por la otra, como dos tramas del mismo gobierno, que invisibilizan y hacen impensable la mediación entre lo humano y lo no humano. Como lo señala también Donna Haraway, los cuerpos –humanos y no humanos– son separados y reunidos en procesos que hacen de la seguridad de sí mismo y de las ideologías humanistas y organicistas malos guías para la ética y la política, y más aún para la experiencia personal. En disputa con la pretensión del excepcionalismo humano, se plantea que humanos y no humanos juntos desarman también las dicotomías sujeto/objeto, vivo/inanimado, materia/discurso y naturaleza/cultura. El posthumanismo no es desde ya anti humano ni tampoco anuncia el “fin del hombre” o un próximo nivel del hombre, celebratorio de tecnologías transhumanistas. Se trata más bien del reconocimiento del rol que interpretan los no humanos en las prácticas naturalculturales (sociales, científicas y también las que no incluyen seres humanos), rehusando dar por sentada la distinción misma entre humanos/no humanos y naturaleza/cultura.

 

Desde nuestras coordenadas en el sur global, atentas a colonialismos e injusticias epistémicas y lejos de un interés en trazar tradiciones intelectuales o recepciones teóricas en el eje verticalista Norte-Sur, proponemos que es preciso reconocer las argumentaciones y debates teórico-políticos que indagan en las condiciones críticas del humanismo en su anudamiento con el capitalismo, el patriarcado y el colonialismo, así como en las luchas y resistencias que despiertan. Se trata de transitar de preguntas acerca de la “condición humana” moderna y europea hacia indagaciones por las “condiciones posthumanas” en el sur.

 

Las epistemologías del sur advierten acerca de la línea abismal, radical e invisible que divide desde la modernidad a “humanos” y “subhumanos”, seres humanos ontológicamente degradados, racializados y/o sexualizados, en una continuidad del colonialismo que se perpetúa bajo nuevas formas en el siglo XXI. Desde esta apuesta crítica, la sociología de las ausencias y la ecología de los saberes son capaces de descolonizar la historia hacia nuevas posibilidades.  La trama descolonial se teje también con las estéticas feministas situadas en el Sur (Karina Bidaseca) como herramientas erótico- políticas de lucha para conjurar la deshumanización colonial.

 

Con referencia a la imagen que acompaña a esta invitación y desde una mirada que conjuga el arte con el psicoanálisis, Suely Rolnik propone descolonizar el inconsciente en el régimen colonial-capitalístico en su versión contemporánea, financiarizada, neoliberal y globalitaria buscando realizar actos creadores de diferencias (tal como propone la obra Caminhando de Lygia Clark), que con insurrecciones, resistencias o sublevaciones inviten a caminar, pensar y sentir en la trama relacional del mundo desde saberes del cuerpo y de lo vivo en los que se diluye la distinción sujeto-objeto y por ello hacen posible que otros mundos acontezcan.

 

Otros mundos emergen también desde lo que Eduardo Viveiros de Castro denomina perspectivismo amerindio: concepción indígena que entiende que el mundo está poblado por seres agentes y que el fondo común de lo humano y lo animal es la humanidad, y no a la inversa, como para la teoría de la evolución. En la mitología indígena todo el mundo es ontológicamente humano, lo que revierte nuestra separación occidental entre naturaleza y cultura.   

 

Desde otra línea del pensamiento indígena Silvia Rivera Cusicanqui apuesta por el pensamiento latinoamericano (vs. el eurocentrismo); la relación humana con el paisaje, la espiritualidad y la naturaleza (vs. el antropocentrismo); la música, la imagen y la reflexión poética (vs. el logocentrismo) y las voces del cuerpo de los feminismos (vs. el androcentrismo). Propone actuar y pensar desde una epistemología Ch’ixi que remite a la cosmología de los pueblos andinos en su mestizaje descolonial. La episteme india supone: dialogar con el cosmos, con los sujetos que no son humanos y hablar con los muertos en un proceso continuo de creación y recreación de la comunidad. Se trata de hacer lugar a saberes y prácticas que habiliten y escuchen otras voces, silenciadas por la racionalidad occidental. Los animales, las plantas, las rocas, los muertos y también las cosas. Tal como propone Alejandro Haber es preciso experienciar e investigar desde una metodología indisciplinada y descolonial, desde teorías de la relacionalidad que atiendan a la sacralidad del mundo, al alma de las cosas. Desde  las ontologías relacionales se propone un modo relacional de existencia que no asume la preexistencia de entidades separadas y distintas, se subrayan interdependencias y reciprocidades y se propone que el conocimiento compartido hace a las identidades desde una poética de la relación (Édouard Glissant).

 

Es posible entonces posicionarse críticamente en nuestro sur para plantear alternativas a las ideas de excepcionalismo humano, de especie humana universal y hacer frente a la mercantilización de todas las formas de la vida que propone la geopolítica neoliberal neoextractivista (Maristella Svampa). Se trata, en cambio, de diseñar desde lógicas relacionales y comunitarias para un pluriverso: un mundo en el que quepan muchos mundos (Arturo Escobar).

Asumir una continuidad entre lo viviente y lo no-viviente, superar la distinción entre lo humano y lo no humano, nos coloca respecto a una nueva ética, y a una nueva forma del cuidado, a inventar nuevos mundos en los que vivir. Invitamos a presentar artículos que desde discursos y prácticas de defensa de lo común, derechos de la naturaleza, bienes comunes, ética del cuidado y la crítica político-epistémica de las ontologías relacionales, anuden críticas al capitalismo, el colonialismo y el patriarcado capaces de recrear las coordenadas de las condiciones posthumanas en el sur.